Es cierto que en mi último post prometí más tutoriales para los regalos de navidad y esta “promesa incumplida” me ha pesado todos los días desde que la publiqué: tengo la mala costumbre de pecar de voluntariosa, sin medir mis propias posibilidades y, al final, quedo fatal por comprometerme a más de lo que soy capaz de hacer… por eso, uno de mis firmes propósitos de este nuevo año es corregir este gran defecto y aprender a planificarme, organizarme y comprometerme sólo a lo que sé positivamente que voy a ser capaz de hacer… me va a llevar tiempo, lo sé, porque soy desordenada y no tengo método, por eso, ya estoy formándome a través de cursos de los que ahora os hablaré… mientras, pido disculpas a mis seguidor@s por generar expectativas y no cumplirlas; los tutoriales vendrán pero antes debo tomarme un tiempo para crear mi método…
Y ahora ya, tras disculparme (no era capaz de empezar mi post sin hacerlo antes), paso a mi segundo propósito del año: dar las GRACIAS, gracias a tod@s los que, desde que inicié mi proyecto, habéis hablado de él en vuestros canales, a vuestros amigos, a compañeros de trabajo, gracias a tod@s los que habéis hecho posible que el “boca a boca” haya funcionado en devanalana, y haya permitido que devanalana crezca poco a poco; sin prisa pero sin pausa.
Y es que ya hemos cumplido un año desde que abrimos y estoy contenta, muy contenta, porque muchos de mis temores iniciales se han disipado, otros muchos continúan pero ahora tengo CONFIANZA; el mejor analgésico para el miedo, y esa confianza me ha llegado gracias a vuestra ayuda lo que me genera un gran sentimiento de gratitud, sentimiento que quiero transmitir desde aquí.
Muchos sois anónimos por lo que no puedo más que dar las gracias de forma generalizada, esperando que tod@ y cada un@ que lea este post y que haya contribuido a darnos a conocer, reciba mi gratitud. Otros muchos sí me constan, así es que he hecho este pequeño “collage” (ya casi seña de nuestra identidad) para manifestar explícitamente que me siento unida, de alguna forma, a esta comunidad.
Como decía, llevo un año de andadura y estoy muy contenta, pero también decía al principio que me siento un poco desbordada por el día a día: me falta tiempo o… quizás me organizo mal el tiempo…
… Cuando abrimos la tienda hace un año, tenía clara mi “hoja de ruta” sabía exactamente cual era mi estrategia, qué actividades tenía que desarrollar en el día a día. Las cosas han fluido de forma que cada día me he levantado feliz (llena de dudas, de miedos… ) pero bastante feliz puesto que las dudas y temores son inherentes a todo proyecto empresarial y, superarlos día a día, constatando que iba por el camino correcto, me ha hecho sentir bien cada mañana.
Ahora, como digo, mis miedos iniciales están prácticamente superados y el proyecto ya tiene forma, entidad pero queda aún mucho por recorrer no tengo demasiado clara mi nueva “hoja de ruta”. Siguiendo el símil de la navegación, me siento como si hubiese salido de puerto con mi plan trazado, con el rumbo claro, pero sin mucha idea de cómo navegar; en este tiempo he tenido que aprender a buscar el viento de popa, a atar bien los cabos de las velas para no perder la tensión, a mantenerme alejada de las borrascas, a procurar el mantenimiento de mi nave en perfectas condiciones… vaya, un sin fin de tareas necesarias e imprescindibles para llegar a mi destino, y estoy satisfecha con el trabajo realizado… sin embargo, ahora me encuentro en alta mar y mi rumbo está algo desdibujado, necesito recapitular, repensar, aplicar todos los conocimientos adquiridos hasta el día de hoy y trazar mi nueva “hoja de ruta” porque cuando salí no sabía todo lo que hoy sé, y si tengo clara una cosa es que mi proyecto debe seguir creciendo y yo debo seguir aprendiendo.
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El primer paso que he dado es acudir a lo que ya conozco y me hace sentir cómoda e identificada, así es que en estos momentos estoy haciendo un curso fantástico con Cristina Camarena (responsable de Kireei), un curso de marketing on-line, con un nombre que no puede ser más sugerente: memorable: muy recomendable, como también es muy recomendable la Web/escuela donde lo imparte: Jakie Rueda, un lugar donde aprender y encontrar inspiración para proyectos creativos, con toda seguridad haré más de un curso ahí pues estoy segura de que me ayudarán a trazar mi próximos pasos ;).
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Y ya para terminar mencionar un poco de este curso que me tiene ocupada en estos días, os diré que la primera clase de Cris es perfecta ya que apunta directamente al centro de los impulsos individuales y lo hace con ejemplos y reflexiones que te hacen pensar y remover ideas, “viejas” y “nuevas”. Pero también te descubre “joyitas” de la Red como este cortometraje, que yo comparto con tod@s y que explica el título de mi entrada:
Pues bien, a mí, como a la niña del corto, también me encanta bailar porque cuando bailo todo en mi fluye y esto es muy pero que muy divertido. Hasta ahora, no era habitual pensar que también podemos conseguir fluir mientras trabajamos, afortunadamente esto forma parte de las “viejas ideas” y como bien se apunta en este corto; hacer lo que a uno le gusta y le hace sentir bien, es justo lo que debemos buscar y lo que debemos incluir como ingrediente indispensable de nuestra “hoja de ruta” laboral.
Así es que he aquí otro de mis propósitos para el nuevo año: centrar mi atención en lo que me gusta y hace sentir bien mientras lo hago, de forma que no me pierda en el inmenso océano de “viejas ideas”, del mismo modo que recomiendo a tod@s tenerlo presente cada día; seguro nos ayudará a ser un poco más felices :).
Feliz año 2014 y todos los que vengan detrás!
B.
Felicidades por vuestro primer año con el proyecto! Desde luego el curso con Cris y Jackie está siendo muy interesante y positivo.
Me encantará ir a visitaros si paso por Sevilla.
Un abrazo desde Ámsterdam!
Somos compis de curso?? qué bien, es que yo voy con un poco de retraso y los comentarios me los pierdo… me cuesta ir al día con tanto lío en la tienda y las clases. Ahora voy a ver si encuentro un hueco y me pongo al día ;). Gracias por tu comentario 🙂